En nuestra vida cristiana debemos aprender a encontrar el significado y el sentido de las tribulaciones que atravesamos, motivándonos a través de las diferentes lecciones que encontramos en las Sagradas Escrituras para fortalecernos en medio de nuestra fragilidad.
Romanos 8:28 (NVI) - Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo a Su propósito.
Una señora se encontraba en un consultorio médico esperando ser atendida. También se encontraba un niño y su madre. Llamó la atención de la señora un parche que llevaba un niño sobre uno de sus ojos, a este parecía importarle muy poco la pérdida de un ojo. La señora conversaba con la madre del niño cuando de repente el niño se le acercó, en ese momento la señora preguntó al niño: - ¿Qué te pasó en el ojo? El niño la quedó viendo, pensativo, se levantó el parche y le respondió: - Nada. Soy un pirata.
La señora estaba en el consultorio para que sus doctores determinaran si ya era tiempo para ponerle una prótesis; ella perdió una pierna en un accidente automovilístico, esto la tenía en una depresión profunda y no se veía continuando su vida de esa manera. Ahora bien, la palabra "pirata" cambió totalmente su perspectiva porque inmediatamente en su imaginación se transportó a un barco con las olas ondeantes del mar, los vientos en la proa del barco, las manos sobre la cintura, piernas separadas (una de ellas de palo), orgullosa y temeraria - como una pirata.
Luego entra la enfermera para informarle que ya es su turno para que el doctor la atienda. Al levantarse de su silla, tambaleándose con sus muletas, el niño le pregunta: - Señora, ¿qué le pasó a su pierna? La madre del niño, mortificada y avergonzada por la indiscreta pregunta de su hijo, iba a regañarlo, pero la señora muy tranquila y con una sonrisa en el rostro respondió al niño: - Nada. Yo también soy pirata.
A lo largo de nuestra vida hemos experimentado, o experimentaremos situaciones difíciles que nos pondrán a prueba, y todas ellas vienen acompañadas de aprendizaje, todo depende de ver lo positivo de cada situación y afrontarlas con la actitud correcta, recordando lo que escribió el apóstol Pablo a los romanos, que Dios siempre dispone las cosas para nuestro propio bien.
Jhossy Velásquez