Habían sido enviados por los fariseos. (Juan 1:24)
Los fariseos creían que el alma sigue viva después de la muerte física, enseñaban que los malos van al infierno y los buenos a otro lugar para recibir su premio.
Creían en la resurrección, en ella los buenos gozarían de un mejor cuerpo durante la eternidad.
Exigían obedecer la tradición y le daban un valor exactamente igual que la ley de Dios. Para que una persona pudiera cumplir la ley de Moisés, obligatoriamente tenían que someterse a las leyes que ellos agregaron.
¿Les resulta familiar esto último? Si no hacemos lo que otro dice entonces estamos desobedeciendo a Dios...
Paz a usted y su casa.
* Imágenes por OpenClipart-Vectors y clideo
* Fragmentos bíblicos tomados de: “Biblia de Jerusalén, 2019, Desclée De Brouwer, Bilbao, España”