Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. (Juan 1:17)
La ley que Dios envió por medio de Moisés nunca tuvo como propósito la salvación eterna del ser humano. Esta ley no fue una equivocación, solamente fue una añadidura, dice Pablo, hasta que viniese la simiente que es Cristo.
La Nueva Economía del Señor Jesús, o sea: la gracia y la verdad sí ofrece la comunión permanente con el Creador.
Es que Dios nos creó para que pudiéramos tener comunión con Él permanentemente, es el propósito principal de nuestra existencia, y es posible solamente a través del Señor Jesús, la Palabra.
Paz a usted y su casa.
* Imágenes por falco, de Pixabay, y clideo
* Fragmentos bíblicos tomados de: “Biblia de Jerusalén, 2019, Desclée De Brouwer, Bilbao, España”