Jn 1:1-5
En el principio existía la Palabra; la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por ella, y sin ella nada se hizo. Lo que se hizo en ella era la vida, y la vida era la luz de la gente; y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.
El evangelista nos presenta en estos primeros versículos al personaje principal de su escrito: La Palabra, el origen de la vida, el origen de la luz. Para ello recoge un himno muy antiguo del relato de la creación. No está presentando al profeta que suponían los judíos.
Es una clara alusión a la divinidad del Señor Jesús, según se confirma en versículos posteriores.
Bendito sea, Padre, porque nos permite conocer de usted en este evangelio.
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Fragmentos bíblicos tomados de: “Biblia de Jerusalén, 2019, Desclée De Brouwer, Bilbao, España”