Mi propósito no es polemizar, pero sí el desafiar, agudizar, nuestro entendimiento teológico y ministerial de la mujer con base a las Escrituras.
Existen varios presupuestos teológicos que nos permiten explorar la temática. Dicho de otra manera, estos supuestos teológicos son nuestro punto de partida. El primero de estos presupuestos tiene que ver con la unidad de las Escrituras. El autor de Hebreos, por ejemplo, usa textos de Salmos y Deuteronomio, ya que para él hay unidad en toda la Escritura.
Para estudiar este, y cualquier otro tema, debemos usar todo el consejo de Dios - de Génesis a Apocalipsis - y no seleccionar solamente uno o dos del Nuevo Testamento.
M.Div. Lenín Munguía