Introducción
I. Dos tipos de arrepentimiento
II. Significado del arrepentimiento
III. El arrepentimiento es indispensable para alcanzar la salvación eterna
IV. Origen del arrepentimiento
A. Al reconocer la bondad de Dios
B. Al tomar conciencia del juicio final
C. Al entender la misericordia de Dios
D. Por la tristeza de haber ofendido a Dios
Conclusión
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INTRODUCCIÓN
Arrepentirse es, según la Real Academia Española, sentir pesar por haber hecho o haber dejado de hacer algo.
Aprenderemos que en La Biblia el significado es más profundo y a la vez necesario si queremos estar a cuenta con Dios.
I. DOS TIPOS DE ARREPENTIMIENTO
Mateo 27:3-5
"Entonces Judas, el que lo entregó, viendo que había sido condenado, fue presa del remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos. Les dijo: «He pecado entregando sangre inocente.» Ellos respondieron: «A nosotros, ¿qué? Tú verás.» Judas tiró las monedas en el Santuario. Después se retiró y fue y se ahorcó."
Lucas 22:60-62
"Le dijo Pedro: «¡Oye, no sé de qué hablas!» Y en aquel mismo momento, cuando aún estaba hablando, cantó un gallo. El Señor se volvió y miró a Pedro. Pedro se acordó entonces de las palabras que le había dicho el Señor: «Antes que cante hoy el gallo, me habrás negado tres veces.» Y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente."
Judas sintió pesar por la mala acción que hizo, y luego cometió otro delito.
Pedro sintió pesar por la mala acción que hizo, y luego rompió a llorar.
La diferencia entre ambos es el rumbo que tomó la vida de cada uno después de arrepentirse; Judas continuó haciendo lo malo (cometió suicidio), y Pedro llevó su vida a otra dirección (se convirtió en uno de los pilares de la iglesia primitiva).
A continuación, veremos cuál es el arrepentimiento aprobado por Dios.
II. SIGNIFICADO DEL ARREPENTIMIENTO
Decidir que dejo de hacer el mal y comprometerme a hacer el bien.
Isaías 1:16-18
"lavaos, purificaos, apartad vuestras fechorías de mi vista, desistid de hacer el mal y aprended a hacer el bien: buscad lo que es justo, reconoced los derechos del oprimido, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda. Vamos a discutir esto — dice Yahvé —. Aunque fuesen vuestros pecados rojos como la grana, como nieve blanquearán; y así rojeasen como el carmesí, como lana quedarán."
Mateo 3:8
"Dad, más bien, fruto digno de conversión,"
Mateo 21:28-29
"A ver qué os parece. Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: ‘Hijo, vete hoy a trabajar en la viña.’ Él respondió: ‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue."
III. EL ARREPENTIMIENTO ES INDISPENSABLE PARA ALCANZAR LA SALVACIÓN ETERNA
Hechos 3:19
"Arrepentíos, pues, y convertíos para que vuestros pecados sean borrados,"
Hechos 11:18
"Al oír esto, se tranquilizaron y alabaron a Dios diciendo: «¡También a los gentiles les ha concedido Dios la conversión que conduce a la vida!»"
2 Corintios 7:10
"En efecto, la tristeza de cara a Dios produce un irreversible arrepentimiento para la salvación; en cambio, la tristeza meramente mundana desemboca en la muerte."
El arrepentimiento fue motivado por la tristeza de haber ofendido a Dios; en cambio, la tristeza de Judas (otro tipo de arrepentimiento) desembocó en la muerte.
IV. ORIGEN DEL ARREPENTIMIENTO
A. Al reconocer la bondad de Dios.
Romanos 2:4
"¿O desprecias, tal vez, sus tesoros de bondad, paciencia y tolerancia, sin reconocer que esa bondad de Dios te impulsa a la conversión?"
B. Al tomar conciencia del juicio final.
Hechos 17:30-31
«Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todos y en todas partes deben convertirse, porque ha fijado el día en que va a juzgar al mundo según justicia, por medio del hombre que ha destinado, y del que ha dado garantía ante todos al resucitarlo de entre los muertos.»
C. Al entender la misericordia de Dios.
Ezequiel 33:11
"Pues diles: ‘Por mi vida —oráculo del Señor Yahvé—, que yo no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado se convierta de su conducta y viva. Convertíos, convertíos de vuestra mala conducta. ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel?’"
D. La tristeza por haber ofendido a Dios.
2 Corintios 7:9-11
"ahora me alegro. No por haberos entristecido, sino porque aquella tristeza desembocó en arrepentimiento. Pues os entristecisteis de cara a Dios, de manera que no habéis sufrido perjuicio alguno de nuestra parte. En efecto, la tristeza de cara a Dios produce un irreversible arrepentimiento para la salvación; en cambio, la tristeza meramente mundana desemboca en la muerte. Ya veis lo que ha producido entre vosotros esa tristeza de cara a Dios: ¡qué interés, qué disculpas, qué enojo, qué temor, qué añoranza, qué afán, qué escarmiento! En todo habéis mostrado que erais inocentes en este asunto."
CONCLUSIÓN
Hay personas que viven ilusionadas con un plan, trazado por ellas mismas, para evadir la condenación en el día del juicio final; pretenden “arrepentirse” unos minutos antes de morir. ¿No le parece absurdo este plan?
El arrepentimiento no es pedir perdón a Dios con palabras, es demostrar con nuestra conducta un cambio de actitud. El apóstol Pedro se arrepintió de haber negado a nuestro Señor Jesús, esto lo sabemos al leer su discurso en el día de Pentecostés (Hch 2) y demás actividades narradas en el mismo libro Hechos.
Podemos arrepentirnos solamente cuando reconocemos con tristeza que hemos ofendido a Dios. Nuestras malas actitudes son un rechazo al esfuerzo del Señor que busca nuestro bienestar.
Solamente necesitamos un momento para arrepentirnos, y toda una vida para demostrar que nos hemos arrepentido de corazón.
No debemos esperar la perfección en nuestra vida para decidir arrepentirnos. Si así fuera la condición nadie tendría acceso a la salvación. Pero gracias a la bondad y misericordia del Señor tenemos firme esperanza, si nos arrepentimos.
Teól. Fernando Montes