Todos los argumentos de los ateos más conocidos son suficientes para crear dudas sobre la existencia de Dios, pero no son suficientes para hacer incuestionable la inexistencia de Dios (Hans Küng).
Dice el necio en su corazón: No hay Elohim (Sal 14:1; 53:1).
Que alguien comunique su nombre implica que se da a conocer; que Dios nos manifieste Su nombre significa que llama a los seres humanos a buscarlo para entrar a Su comunión.
Yo, YHVH: ¡Este es mi nombre, no cedo mi gloria a nadie, ni mi alabanza a los ídolos!
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Teól. Fernando Montes