EL CANON DE LA BIBLIA
Canon era, aparentemente, una especie de vara para medir. Luego como referencia a la lista exacta de libros del Nuevo Testamento y por último incluyendo también los del Antiguo Testamento.
EL CANON DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Se cree que el canon de La Ley inició durante el reinado de Josías (a finales del siglo VII a.C).
Se supone también la existencia de una colección canónica de Los Profetas durante el exilió babilónico (que une las profecías de la ruina con las de la salvación).
Es casi de común acuerdo que la tercera parte de la biblia hebrea, Los Escritos, consiguieron la canonicidad a finales del siglo I a.C. aunque para algunos se consiguió la completa canonicidad del A. T. hasta el Concilio Rabínico de Jamnia (90 d. C.)
El canon palestino consistía en 22 ( 5 11) libros de la Biblia hebrea; (Josué, Jueces, Samuel, Reyes, Crónicas, Esdras, Nehemías como 5 libros en vez de 10), (los 12 profetas menores como un solo libro)
El canon helenístico consistía en los 22 del palestino 9 libros agregados a Daniel y Ester.
Hay quienes rechazan el cierre del canon en Jamnia y un segundo canon, afirmando que el cierre fue en el año 100 a. C.
Los cristianos y la canonicidad del A. T.
Parece que durante los 2 primeros siglos d.C. no hubo debate entre cristianos sobre el reconocimiento del canon helenístico. Las discrepancias fueron en los siglos IV y V.
Padres de la Iglesia orientales, mayoría griegos, parece que consideraron algunos libros del canon helenístico como deuterocanónicos (libros no inspirados por Dios).
Padres de la iglesia occidentales o latinos, siguiendo el liderazgo de Agustín de Hipona, optaron por el canon helenístico (ampliamente utilizado por los primeros cristianos); esta tendencia fue sancionada en el Concilio de Trento (El Concilio de Trento fue un concilio ecuménico de la Iglesia católica desarrollado en periodos discontinuos durante veinticinco sesiones entre los años 1545 y 1563.)
EL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO
Su formación: II a IV d.C.
Algunos que fueron reconocidos
de igual valor que los escritos apostólicos:
Pastor de Hermas (Tertuliano, padre de la iglesia, lo cita como Escritura) (el códex sinaíticus lo vincula al N. T.) (en el “Codex Claromontanus” figura entre los Hechos de los Apóstoles y las cartas de Pablo)
Hermas de Roma, escritor cristiano en los días de los padres apostólicos / Orígenes y Eusebio de Cesarea lo identifican con el mismo de “Ro 16:14”
Epístola de Clemente de Roma Este texto tuvo gran importancia en el cristianismo primitivo y fue admitida como parte de la Escritura por la Iglesia de Siria. Tras siglos de discusión fue excluida del canon del N. T.
Clemente fue obispo de Roma;
Varios presbíteros habían sido removidos de su ministerio y en la Epístola se insta a la reconciliación de las partes involucradas, obedeciendo la jerarquía legítima que fue establecida originalmente por los apóstoles en esa ciudad
Epístola de Bernabé
La Epístola de Bernabé es un tratado cristiano de 21 capítulos. Ha sido preservado en el Codex Sinaiticus del siglo IV, donde aparece al final del Nuevo Testamento y antes del Pastor de Hermas. Algunos Padres de la Iglesia la atribuyeron a Bernabé, colaborador y compañero de Pablo de Tarso,
Apocalipsis de Pedro
Es la primera referencia al más allá en la literatura cristiana, y describe con detalle los tormentos que los condenados sufren en el infierno, así como el gozo extático de los bienaventurados en el paraíso.
Hechos de Pablo
Hebreos, Santiago y 2 Pedro demoraron en ser reconocidos en el occidente, mientras en el oriente se tardó en aceptar Apocalipsis.
A inicios del siglo II los evangelios y las epístolas paulinas alcanzaron autoridad semejante a la del A. T. A finales de este mismo siglo ya estaban asegurados en el canon.
Hechos, a finales del siglo III.
Entre los años 250 y 350 1 Pe y 1 Jn, mientras que 2 y 3 Jn, Santiago, 2 Pedro y Judas todavía no alcanzaban un pleno reconocimiento.
El sínodo de Laodicea (363) reconoció todo nuestro actual N. T. con la excepción de Ap
Los sínodos de Hipona Regio (319) y Cartago (397, 419) adoptaron formalmente el canon cerrado.
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Teól. Fernando Montes