En los evangelios tenemos enseñanzas y relatos; ambas nos edifican (nos construyen).
¿Cuáles son los dos hechos obvios que nos hacen difícil interpretar los evangelios?
1. El Sr. Jesús no escribió directamente
2. Hay 4 evangelios
No tenemos 4 libros de Hechos, pero sí 4 evangelios. ¿Por qué? Mateo, Marcos y Lucas son tan similares que se les llama sinópticos. También dice una teoría que Marcos fue el primero y los otros 2 fueron tomados de este. Diferentes comunidades necesitaban un libro sobre el Salvador del mundo;
- Mateo a judíos para demostrar que fueron cumplidas las profecías del A. T. en el Sr. Jesús
- Marcos a una comunidad cristiana helenística radicada en algún lugar del imperio romano
- Lucas a una audiencia gentil (Teófilo significa amigo de Dios)
- Juan a personas conocedoras de la cultura judía y de contacto con el pensamiento griego
Para la iglesia posterior, ningún evangelio más importante que otro, todos igual de valiosos y autoritarios. Los evangelios tienen que ser recontados hoy y en el futuro, en cualquier tipo de contexto.
Las narraciones y enseñanzas que encontramos en los evangelios fueron escritas de tal manera que son tan válidas hoy como lo fueron hace 2 mil años y como le serán por todas las generaciones futuras. No es necesario actualizar esas narraciones, no se deben modificar esas enseñanzas.
Lo que encontramos en los evangelios es la buena nueva sobre cómo Dios cumplió lo que había prometido; la historia completa del Señor Jesús es el estallido mundial en un mundo que en su mayoría no lo esperaba, pero que convirtió al mundo entero en algo completamente diferente. Y todo el mundo está invitado a descubrir ese mundo diferente y espiritual.
Algo ocurrió, el mundo está siendo rescatado de la corrupción y decadencia. Y todos somos invitados a mirar al Señor Jesús (personaje principal de esta historia, de este cambio), pero no sólo mirarlo sino a encontrar en Él y a través de Él la forma en que este nuevo mundo está a nuestro alcance – todos podemos ser parte de él -
Deberíamos transmitir, no una teoría, no una idea, sino algo respecto a la persona de nuestro Salvador Jesús.
Es la figura del Resucitado lo único irresistible, no un palabrerío o insistencia fastidiosa. Es hablar sobre quién es Él (no lo que fue), lo que significa Su muerte (no lo que significó), y especialmente el beneficio de Su resurrección.
Mateo, Marcos, Lucas y Juan son el corazón de la Biblia.
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Teól. Fernando Montes