Al decir "Profetas", en este capítulo" nos referimos a 17 libros del Antiguo Testamento; Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías.
El enfoque principal de lo escrito en estos libros no es lo concerniente a la venida del Señor Jesús o algunos eventos relacionados con el nuevo pacto. Los profetas predijeron el futuro de Israel a corto plazo, principalmente. Lo que para ellos era futuro (profetizado) para nosotros hoy es pasado. A muchos nos resulta aburrido leer parte de estos libros porque no entendemos que en realidad incluyen colecciones de oráculos. La asignación principal de los profetas era dar a conocer el mensaje de Dios, anunciar acontecimientos futuros solamente era parte de estos oráculos.
Las personas que profetizaban eran encargadas de hacer cumplir la ley de Dios entregada al pueblo judío por medio de Moisés. Esta ley incluía recompensa si el pueblo era obediente, y castigo si se portaba rebelde.
Ejemplo de bendiciones profetizadas poéticamente en premio por la fidelidad del pueblo:
Amós 9:13-15
He aquí vienen días, dice Yhvh, en que el ara alcanzará al segador, y el que pisa las uvas al que lleva la semilla, los montes destilarán mosto, y se derretirán los collados. Y haré volver la hueste de cautivos de mi pueblo Israel, y reedificarán las ciudades asoladas y las habitarán, y plantarán viñas y beberán su vino, y harán huertos y comerán su fruto. Los plantaré en su tierra, y nunca más serán arrancados de la tierra que les di. Oráculo de Yhvh, el Elohim tuyo.
Ejemplo de castigo profetizado por la desobediencia del pueblo:
Oseas 8:14
Porque Israel ha olvidado a su Hacedor, y edificó palacios, Judá multiplicó ciudades fortificadas; pero yo prenderé un fuego a sus ciudades que consumirá sus palacios.
Los profetas no fueron primeros (ni únicos) en anunciar al Mesías, el Señor Jesús dijo: "... estas son mis palabras, que os hablé estando aún con vosotros: que tenían que ser cumplidas todas las cosas escritas acerca de Mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos" (Lc 24:44).
El contexto histórico general de los libros proféticos en el Antiguo Testamento incluye perturbaciones sociales, políticas, económicas, y adulterio espiritual; la desobediencia y rebeldía de la nación provocaba los pronunciamientos recibidos a través de profetas. Para mejor comprensión de las profecías es necesario dejar claro que estas estuvieron rodeadas de diferentes y específicas circunstancias; entonces necesitamos conocer fechas y situaciones específicas alrededor de cada oráculo.
Ejemplo de contexto en una profecía específica:
Oseas 5:8-10
¡Haced resonar el shofar en Gabaa y la trompeta en Ramá! ¡Tocad la alarma en Bet-Avén! Benjamín está lleno de estupor, Efraín será asolado en el día del castigo: En las tribus de Israel doy a conocer lo que es cierto. Los príncipes de Judá son como los que desplazan linderos, derramaré mi ira sobre ellos como el agua.
Alguien acostumbrado a tergiversar las Escrituras usaría esta cita bíblica para cambiar los nombres de las ciudades aquí mencionadas por otras de nuestra época, pretendiendo así hacer "aplicaciones" a las palabras de Dios.
En realidad, Os 5:8-10 es un oráculo de castigo a través de una guerra; Año 734 a.C. Efraín es una manera de llamar a Israel Norte, es a quienes se dirige Oseas. El castigo de Dios es sobre ciudades localizadas en Benjamín (reino del Norte) y sobre Judá (reino del Sur). Israel y Judá estaban en guerra e idolatría, ambos serían castigados.
Debe notarse en estos libros que los encargados de la profecía (mensajeros de Dios) eran recurrentes con la frase "dice el Señor", no agregaban al mensaje que Dios les encomendó (no publicaban sus opiniones, no hacían conjeturas).
Romanos 15:4
Porque lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza fue escrito; para que por la paciencia y consolación de las Escrituras, sostengamos la esperanza.
Hemos dicho que estas profecías, excepto un pequeño porcentaje atribuidas al Mesías anunciado, tuvo cada una su contexto específico, entonces nos preguntamos:
¿hay algún mensaje para nosotros en estos libros proféticos?
1 Corintios 10:11
Y estas cosas les acontecían como ejemplo, y fueron escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.
El mensaje para nosotros, de los libros proféticos, es que Dios juzga todas las cosas y hay recompensa para los que cumplen o incumplen sus mandatos. Dios esperaba que Israel cumpliera su parte del pacto (resumidas en amar al Creador y al prójimo), hoy también espera que seamos obedientes. Si no somos fieles a Dios, aunque nos vaya bien en esta vida, recibiremos el castigo que merecemos.
Teól. Fernando Montes