Introducción
I. Dones milagrosos vs. Engañadores
A. Sanidad divina
B. Sueños
C. Hablar en lenguas
1. Es hablar un idioma extranjero
2. Se puede y se debe controlar
3. Es señal para el incrédulo
4. Tiene que haber intérprete
Conclusión
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INTRODUCCIÓN
El Espíritu Santo es Dios, y es todavía Omnipotente. No pretendemos enseñar que cesaron los milagros. Afirmamos que Dios sigue actuando milagrosamente.
Pero, Dios No enseña en La Biblia que Su Iglesia administre poderes milagrosos hoy.
Si hoy existieran en la Iglesia esos dones sobrenaturales, tendrían que ser iguales a los descritos en el Nuevo Testamento. Sencillamente porque el poder de nuestro Señor no ha disminuido.
A continuación, haremos contrastes entre la enseñanza bíblica y las experiencias extrañas respecto a la sanidad divina, los sueños y el hablar en lenguas.
I. DONES MILAGROSOS VS. ENGAÑADORES
A. Sanidad divina
Los engañadores religiosos de nuestro tiempo afirman que ellos NO pueden sanar a todos los enfermos. Argumentan que hay limitaciones (falta de fe de los enfermos).
Los discípulos del Señor sanaban a todos:
Hechos 5:15-16
"... hasta el punto de sacar los enfermos a las plazas y colocarlos en lechos y camillas, para que, al pasar Pedro, siquiera su sombra cubriese a alguno de ellos. También acudía a Jerusalén mucha gente de las ciudades vecinas trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos; y todos se curaban."
Mientras La Escritura enseña que todos se curaban en aquella época, por el poder que cristianos administraban, engañadores de hoy pretenden sanar a “algunos” cuyas enfermedades no son comprobables por vecinos y demás conocidos.
Hechos 3:1-10
"En cierta ocasión, Pedro y Juan subieron al Templo para la oración de la hora de nona. Había allí un hombre tullido desde su nacimiento, al que llevaban y ponían todos los días junto a la puerta del Templo llamada Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban. El tullido, al ver a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, les pidió una limosna. Pedro, fijando en él la mirada juntamente con Juan, le dijo: «Míranos». Él se quedó mirándolos fijamente, esperando recibir algo de ellos. Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te lo doy: En nombre de Jesucristo, el Nazoreo, echa a andar.» Y tomándole de la mano derecha, lo levantó. Al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza, y de un salto se enderezó y se puso a andar. Entró con ellos en el Templo andando, saltando y alabando a Dios. Toda la gente que vio cómo andaba empezó a alabar a Dios; y, al darse cuenta que era el mismo que pedía limosna sentado junto a la puerta Hermosa del Templo, se quedaron estupefactos y asombrados por lo que le había sucedido."
B. Sueños
¿Usted imagina lo que puede ocurrir al aceptar las historias de las personas que afirman recibir la voluntad divina a través de sueños y no a través de La Biblia?
Los soñadores sabatistas le van a decir que recibieron una revelación que es muy diferente a lo que enseñan los mormones; los soñadores católico-romanos argumentarán completamente lo contrario a lo que enseñan los testigos de Jehová. Una señora adventista afirma que ella es la elegida para dar a conocer la voluntad divina porque así se lo reveló el Señor. El señor José Smith le diría que el ángel Moroni, en una revelación, le dio a conocer la voluntad de Dios.
¿Cuándo terminará la confusión? ¿Debo aceptar los sueños de cualquiera?
La revelación divina por medio de sueños NO es parte de los dones espirituales que aparecen en 1 Corintios 12:7-11, tampoco fue mencionada en la promesa del Señor Jesús en Marcos 16:17-18.
En el Nuevo Testamento NO se habla de revelaciones por medio de sueños como si fuera uno de los dones en la Iglesia.
¿Quién de los cristianos recibió, por medio de sueños, revelación divina?
- No encontramos siquiera un caso bíblico.
¿Qué información “reciben” engañadores de nuestro tiempo?
- ¿Algo para añadir a La Biblia?
Apocalipsis 22:18-19
"Lanzo una advertencia a todo el que escuche las palabras proféticas de este libro: “Si alguno añade algo sobre esto, Dios le enviará las plagas que se describen en este libro. Y si alguno quita algo a las palabras de este libro profético, Dios le quitará su parte en el árbol de la vida y en la ciudad santa, que se describen en este libro”."
El Señor Jesús anunció la venida del Espíritu Santo para recordar lo que Él había dicho y para enseñar cosas nuevas, antes que se completara el Nuevo Testamento.
Juan 16:12-13
"Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga y os explicará lo que ha de venir."
Cristo Jesús NO anunció “revelaciones por medio de sueños”.
C. Hablar en lenguas
Hablar en lenguas, según engañadores:
- Es hablar frases que nadie entiende.
- Es un don que no se puede controlar.
- No es señal para el incrédulo.
- No se necesita intérprete.
Hablar en lenguas, según La Biblia:
1 - Es hablar un idioma extranjero.
2 - Se puede (y se debe) controlar.
3 - Es señal para el incrédulo.
4 - Tiene que haber intérprete.
C.1. Es hablar un idioma extranjero
Hechos 2:6-11
"… la gente se congregó y se llenó de estupor, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua … ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa? Aquí estamos partos, medos y elamitas; hay habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, Egipto y la parte de Libia fronteriza con Cirene, también están los romanos residentes aquí, tantos judíos como prosélitos, cretenses y árabes. ¿Cómo es posible que les oigamos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios?"
¿Qué sentido tiene hablar algo que nadie en la asamblea va a entender?
C.2. Se puede y se debe controlar
1 Corintios 14:27
"Si se habla en lenguas, que hablen dos, o a lo más, tres, y por turno; y que haya un intérprete."
C.3. Es señal para el incrédulo
1 Corintios 14:22
"Así pues, las lenguas sirven de signo a los no creyentes, no a los creyentes;"
C.4. Tiene que haber intérprete
1 Corintios 14:27
"Si se habla en lenguas, que hablen dos, o a lo más, tres, y por turno; y que haya un intérprete."
CONCLUSIÓN
Gracias a Dios porque tenemos la Santa Biblia, única guía válida para conocer la voluntad de nuestro Creador. En ella encontramos la información necesaria para entender el tema de los milagros (cómo se recibieron, cuánto tiempo durarían, etc.) que administraban los cristianos antes de completarse el canon bíblico.
Con el tema de los milagros, y con cualquier otro tema, usted solamente necesita comparar lo que enseñan las distintas religiones vs. lo que encontramos en La Biblia.
Teól. Fernando Montes